Ajedrez
Unos niños en la ludoteca juegan el ajedrez bastante bien, y está el jovencito Antonio que es un listillo. Después de jugar con unos niños que juegan tan bien empezamos a jugar al ajedrez en casa. Hay un set de ajedrez de madera muy bonito en casa y ¡es cruel dejarlo abandonado en una estantería en la cocina/comedor acompañado de revistas y libros que nadie lee!
El juego me encanta, pero nunca tuve a nadie con quien jugar y no me gusta practicar jugando solo. Un buen amigo de Malta es demasiado bueno para que podamos disfrutar jugando juntos: es demasiado difícil para mí y aburrido para él. Charlie tiene un nivel similar a mí y este está bien porque jugamos juntos y lo pasamos muy bien. Más o menos ganamos la mitad cada uno. Jugar con alguien que tiene más o menos mi nivel también es bueno para mejorar.
Recientemente tuvimos una broma sobre la velocidad de Dobra al jugar el ajedrez: ella juga muy lento. Y aunque soy tranquilo, ¡no es suficiente para mantener mi concentración durante 3 o 4 horas jugando un solo juego! Una noche Eva y Dobra iniciaron un juego y, al final, no terminaron porque se cansaron. Así que hicieron una nota de las piezas que quedaron en el tablero y donde estaban para seguir con el juego otro día. Este otro día llegó después de 3 semanas: el martes pasado.
Inspirados con este juego lento Charlie y yo decidimos iniciar una nueva práctica: ajedrez en 20 minutos. El primer intento duró 21 minutos. ¡Éxito! (Hey, un minuto más del plazo estipulado no es un fracaso.) Vamos a ver dónde vamos desde allí. Se supone que va a llevarnos a pensar más rápido, al menos en el tablero de ajedrez. Y quizás finalmente voy a ganar contra el joven Antonio :o)
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