Excursión a Muros

Muros

Hace dos semanas tuvimos una excursión a un pequeño pueblo a la costa que se llama Muros, ubicado aproximadamente una hora y cuarto de Santiago (en coche, por supuesto; en el autobús público: una eternidad.)

De todas formas, queríamos disfrutar de la posibilidad de ver el mar otra vez, sobre todo sin la obligatoria lluvia gallega. Por eso nos levantamos a las nueve y media de la mañana (¡sábado mañana! ¡en España!) y llegamos a la estación de autobús solamente para descubrir que es una falta grave confiar en los horarios de autobús en internet – el bus salía una hora más tarde.

Finalmente, tres horas y media después de cerrar la puerta en la Rúa San Pedro, llegamos en Muros. Como muchos pueblos en la costa gallega, Muros consiste en un pequeño puerto bonito con barcos de colores, una iglesia antigua y más callejones pequeñitos que supondrías en un pueblo de este tamaño.

En una pequeña plaza finalmente encontramos un café que tenía bocadillos para llevar a precios decentes y por eso cada uno de nosotros acababa con media libreta, cortada en la mitad, ¡llenada con una tortilla española entera!

Después dábamos un paseo a la playa pequeña cerca de la ciudad pero no había nada especial (por lo menos no para nosotros, ¡voluntarios mimados que estamos!) De todos modos, el pueblo tiene una zona vieja muy bonita con callejones pequeños, casas antiguas y bares y cafés escondidos.

En suma: Muros es un buen punto de destino para una excursión corta al mar, aunque no recomendemos quedarse aquí más tiempo que una tarde como después de cinco horas en la ciudad nos aburrimos bastante.

Aparte de esto, la gente valiente tiene que probar los bocadillos gigantes de Muros – ¡vas a estar lleno el día entero!

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