SVE en Santiago de Compostela

Hace casi dos semanas despedimos a Marine.  Era la segunda de nuestro grupo de voluntarios que se fue.  Estuvimos 12 en total;  ahora estamos 10.  Marine era una parte integral de nuestra vida aquí en Santiago.  Siempre animaba a todos para salir o hacer algo en general.  Después de unas semanas que ella estuve aquí tuvimos esta broma sobre ella que siempre decía “¡Vaya!  ¡Nunca sales!”  cuando alguien no había salido con el grupo para unos días.  Que riquiña :o) Pues, y con esta despedida vino otra cosa … me di cuenta que ahora empezó la temporada de despedidas.  David se va este viernes y despediremos a Fritzi en menos de dos semanas.  Después se va Eva al final de julio - ¡en menos de un mes!  Y a nosotros que terminamos el proyecto de últimos faltan exactamente dos meses, suele decir 8 semanas.  ¡A que poquito! ¿Y con todo eso?  Tenía que decidir que iré después que acaba mi proyecto.  Mis planes post-SVE...

Acabo de regresar de unas vacaciones.  Parece que nosotros voluntarios viajamos bastante, ¿no?  Pues, según a mí por lo menos, es importante viajar lo más que uno puede.  Coge cualquier oportunidad que se presenta ¡y vete! Para decir la verdad entera mi motivo de viaje era un examen que tenía que hacer.  Y claro, ya que tuve que coger un vuelo hasta Inglaterra y que allí viven uno de mis mejores amigos y también una de mis primas favoritas, coge la oportunidad a visitarlos y hacer un pequeñito viaje. Al final visité Birmingham y Londres y los dos me encantaban.  Antes tenía una mala impresión de Inglaterra pero ahora este país está a mi gusto.  ¡Qué bien!  En mi estancia en la capital había una huelga del metro jeje.  A primera vista uno diría:  ‘Que suerte que tienes muchacho’ ¿verdad?  Pero, para mí esta situación no era algo malo.  Ya que el sol sonreía y la ciudad estaba brillando en su luz, podía aprovechar de la situación ...

Santiago…lluvia es un arte. Así dicen la gente de aquí y mejor creerlo porque si no es muy fácil de volverse loco o ponerse en la depresión profunda a causa de este clima particular. Si, antes de venir aquí me han dicho que en Santiago llueve mucho, pero es que la noción de “llover mucho” era diferente. “Mucho” aquí significa muchísimo, a veces durante semanas enteras sin papar. Para mi días grises sin sol siempre son tristes y me ponen de mal humor, pero el peor es el fin de semana de junio lluvioso. Este domingo fue exactamente así... Desde la mañana el tiempo nos ha hecho olvidar todos los proyectos de ir a la playa o a pasar el día fuera. Pero hay que siempre buscar momentos positivos en todas las situaciones. Así que después de dormir bastante nos ponemos todos en la cocina como la familia ejemplar aprovechando el desayuno tarde. Después algunas tasas de te/café y conversaciones interminables sobre todas las temas la esperanza que el tiempo se mejore desaparecía poco a poco. Pues,...

¡Ai ai ai!  El domingo teníamos una vuelta en bici, para el Día de la Federación.  Nos juntamos al mediodía en frente del centro y, después que un tío muy simpático, David, arreglé las bicis de todos (mirando que los frenos funcionan bien, ajustando la altura de las sillas, y cosas así), fuimos a empezar el giro. Era un giro muy bonito, pasando desde la parte central de Santiago a las afueras hasta el lado del río.  Hacía un calor bastante inmenso - para los otros por lo menos;  yo la pasó muy bien, siempre prefiero el calor en lugar de la lluvia.  Y aquí hay que decir que, ya que normalmente siempre estoy quejándome sobre el tiempo en Galicia (que siempre hay lluvia y hace mucho frío) estos días hace un tiempo genialísimo.  Los gallegos se quejan que hace mucho calor y no tienen ganas de hacer nada.  (Por lo menos, Lorena, una de las monitoras, es muy sincera:  dice que no le molesta el sol pero con este sol solo quiere quedarse a casa en bikin...